Una silla de barbero "D.Acha Jaso" de Eibar en Priego de Córdoba. El arte perdura y no tiene fronteras... si es de calidad

Con Rafael Serrano Matilla en su peluquería de Priego de Córdoba

Qué se puede decir cuando te adentras por azar en una peluquería de Priego de Córdoba, con la idea de que te puedas sentar ya mismo para un pequeño corte de pelo y barba, y resulta que sí, que te pueden atender ya mismo, que te sientas... te miras en el espejo... y al bajar la vista para apoyar los pies... ves lo siguiente...

Sí. Una vez más, EIBAR. Pero, no es casualidad. La riqueza y variedad industrial que ha tenido Eibar sigue estando presente en grandes empresas (especialmente con personas formadas en la Escuela de Armería) pero también en pequeños electrodomésticos, utensilios o sillas de barbero o peluquería de la marca "D. ACHA JASO" como esta (creo que ya existe una igual en el Museo de la Industria Armera en Eibar).

Me cuenta el propietario, Rafael Serrano Matilla, que en su día -hace más de 40 años- le costó a su padre 2.500  pesetas cada silla. "Aquello era dinero por entonces, pero está claro que la inversión fue muy buena. He aquí el resultado", advierte orgulloso de haber podido continuar con la tradición familiar. De hecho, Rafael guarda con mimo (no en la peluquería por seguridad) auténticas joyas artesanales que formaban parte décadas atrás de aquellas peluquerías donde, utilizando la parafraseada marca Eibar, "el trabajo es arte". 

La peluquería se encuentra en la calle Carrera de Alvarez, en la misma zona donde está la Iglesia de Virgen de la Aurora (la que da pie a... "esto va a acabar como el Rosario de la Aurora...") y bien cerca de "Paseos Priego". Por cierto, otro establecimiento con su "ChiquiBus" eléctrico que merece mucho la pena para quien quiera conocer de una forma didáctica y divertida la interesante historia cultural de Priego de Córdoba.

Pero eso... es ya otra historia que la contaremos en nuestro blog de "La Ruta Slow".

P.D. (Por cierto, el corte de pelo y repaso de barba, excelente. Calidad, buen servicio, limpieza... y una charla que mereció mucho la pena. Gracias Rafael!)