Todavía recuerdo cuando llamé a mi buen amigo Edu Sáenz, entonces jugador del Segunda Nacional (creo recordar), y en la mesa del histórico Bar Ibai Ondo me explicó con papel y boli las diferentes técnicas y claves del balonmano para siquiera tener una mínima base para plasmarlo luego en el DV. Mientras lo hacía, nos contemplaban fotografías con históricas plantillas del club en los años que se jugaba en plena Plaza de Unzaga. Allí estaba el melenudo Antxon Urrosolo, Bolumburu o el inconfudible Patxi Pagoaga entre muchos otros.
Sería largo entrar en el debaté de por qué y cómo se ha llegado a esta situación. Habrá muchas razones y opiniones como por ejemplo que, una vez más, la manguera se pisa a partir de Zarautz y que Eibar parece no contar como debiera ser en la toma de decisiones de Gipuzkoa. Y da igual el color político. A los hechos me remito.
A la espera de qué pueda pasar en el corto plazo con los txikis, sirva este recordatorio como agradecimiento a todas esas mujeres y hombres que pusieron algo que más que cariño en pro del Arrate, a las todopoderosas jugadoras del primigenio Amaña que tan buen ejemplo y pundonor dieron y, por qué no decirlo, a la "kanalleska" que seguimos de cerca las evoluciones de aquel equipo albiazul con la imagen de nuestra Virgen de Arrate como escudo.
Aupa Aitor!
ResponderEliminarCoincido plenamente en lo que comentas. Para los que somos de Eibar, jóvenes y no tan jóvenes, el Arrate ha significado mucho.
Lamentablemente, nos quedamos sin equipo. Era algo que se veía venir; una especie de locomotora que avanzaba más por inercia que por otra cosa. Su descarrilamiento estaba cerca, y finalmente ha llegado.
¿Que probablemente se podía haber llegado a otra solución si las instituciones lo hubieran querido? No lo dudo. ¿Que en el reparto de la tarta otros muchos han degustado más que el Arrate? Tampoco lo pongo en duda. Ahora, también creo que los dirigentes del Arrate y las instituciones que han estado alrededor deben hacer autocrítica.
Personalmente creo que la política de las instituciones con el deporte profesional necesita una revolución. La tarta debe estar mucho mejor repartida. Porque, sinceramente, que el Arrate haya recibido 3 millones de € en subvenciones en los últimos 8 años, cifra bastante inferior a la de otros clubes, me parece una barbaridad.
¿No estábamos en crísis?
Kaixo Unai. Razón tienes en tus apreciaciones. Cuando decía en el texto original que hay "muchas opiniones y razones" me refería a que, efectivamente, han influido muchos factores. Pero no debemos olvidar que, más allá del primer equipo, la cantera albiazul, el trabajo desarrollado por hombres y mujeres en el Arrate ha sido soberbio. Y de eso tiene gran parte de culpa la propia directiva. La cual, efectivamente, en algunas cuestiones tendrá que hacer su autocrítica. Creo, sinceramente, que de haber sido un equipo de "otra" localidad guipuzcoana hubiera salido adelante el Arrate. Pero... lo de siempre
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