Ayer tuve oportunidad de escuchar a un aventajado sindicalista decir que "los empresarios sólo quieren ganar dinero, nada más...", en respuesta a la afirmación de que son quienes precisamente crean empleo. Me pregunto yo qué queremos los trabajadores/as también... supongo que ganar dinero, no?. Y me pregunto más. ¿A eso se reduce nuestro trabajo? ¿A eso se reduce la pretensión de nuestro empresariado?. Bajo mi punto de vista, no; o cuando menos, no debiera ser así.
Trabajar, crear empleo, crear riqueza debe obedecer a algo más que a ganar dinero. Debe tener como fin la realización de cada una de las personas que desempeñan dicha función, sea trabajando, sea gestionando, sea dirigiendo una empresa, país, cuidando de nuestros hijos, haciendo pan, arreglando tuberías, montando coches, reparando electrodomésticos, barriendo nuestras calles, sirviendo txikitos... Realización de la persona, sí, en pro del bien común de nuestra sociedad. No, sólo, ganar dinero. Qué simplismo.
Y otro apunte más. Mal van las cosas si se tiende a repetir una y otra vez que los empresarios y empresarias van a aprovechar ahora para echar a gente, dilapidar derechos, abusar de sus empleados... Pero..., en qué concepto tenemos a nuestro empresariado?
Sea como fuere, echo en falta más valentía en quienes dicen querer cambiar el sistema. Si de verdad quieren cambiar el sistema, desde luego no lo van a hacer a base de huelgas. Llevan ya del orden de cuarenta en Grecia y siguen igual o peor. Quienes nos han metido en este embrollo, llámense especuladores financieros o poderes fácticos de siempre, ni van a toser por la huelga general de este jueves ni van a ver mermada su ambición de dinero.
Seamos sinceros. La huelga general tiene como fin el autobombo sindical, que bastante alicaído está. Necesita demostrar, mostrar, que están ahí, que son capaces todavía de hacer ruido y de aglutinar a las masas, DE PLANTAR CARA AL OPRESOR FRENTE AL PROLETARIADO BASE QUE PISOTEA LOS DERECHOS DEL TRABAJADOR... por favor... que no estamos en el siglo XIX. Está bien como argumentario, pero a mi juicio ha quedado desfasado.
No me he leido la reforma laboral. Lo reconozco. Pero también tengo muy claro que no podíamos seguir con la actual situación. Ahora es momento de sumar, aportando mejoras si son necesarias a dicha reforma, de acuerdo. Contando con los buenos y buenas empresarias, junto con las buenas y buenos trabajadores. Que haberlos, haylos, buenos y malos. De estos últimos, por desgracia, ya sabemos bastante y ocupan nuestros titulares de prensa. En cambio, me quedo con ese ejemplo de buen empresario, que arriesga, que emprende, que crea empleo, contribuye a mejorar el sistema, la sociedad, y también con ese trabajador/a que desempeña su labor, colabora, comparte intereses con el empresario/a, sin mirar tanto al reloj o a la jornada finalizada, que en definitiva sí le importa cómo va su empresa, cómo le representa su patrón... Parece utópico..., pero hubo un tiempo que fue así y todavía sigue siendo en multitud de pequeñas y medianas empresas de nuestro país.
Es momento de emprendedores, de cooperativas, de buenos trabajadores y empresarios, ese valor muy ligado a la forma de ser de nuestro país. Y Euskadi, y este es un mensaje para los sindicatos llamados abertzales, afortunadamente tiene una tradición empresarial que afortunadamente en poco se parece a otros puntos geográficos...
Es momento de mirar hacia adelante, cediendo todas y todos. El país de pandereta ha quebrado, no podemos seguir manteniendo a un grupito de "vagos y maleantes" que viven a costa del esfuerzo de muchísimas personas. Y todas y todos conocemos y sabemos de ejemplos. Eso de... el más listo es el que trampea o engaña... Y no hace falta mirar hacia arriba..., los tenemos bien cerca... y el que esté libre de culpa que tire la primera piedra...
Y en ese sentido, me apena la falta de responsabilidad de quienes hasta hace bien poco tenían cotas de poder y vienen a sumarse ahora al ruido de la huelga con tal de zumbarle al de turno... Politiqueo habemus...
Para finalizar. Es momento de ensalzar nuestros valores, los de la valentía, responsabilidad, creando empleo, con responsabilidad, por parte de todas y todos, con rectitud, profesionalidad, innovando con nuevos trabajos, mirándonos al espejo y preguntándonos en qué y cómo podemos contribuir al futuro de nuestra sociedad, de nuestra familia, de uno mismo..., pero sin engañarnos. Con optimismo, a por el futuro, sin olvidar el pasado, pero empujando todas y todos desde el presente. Sin zancadillas, sin engaños.
Bueno Aitor hoy estoy algo vago y tengo que serte sincero, este día de huelga me ha dejado más cansado que un día normal, así que mi comentario será todo lo breve que pueda.
ResponderEliminarMe levanto a las 6 y media para ir a trabajar porque libremente, conmigo mismo decido hacerlo así. Tengo razones de peso pero explicarlas aquí, podría ser entendido como un ejercicio de excusa y no acostumbro.
Nada más salir de casa en una rotonda del Zadorra un grupo de gente informativa. Parada obligada, ¿Qué más da si ficho tarde? Y lección de moralina: “Hay que luchar por los derechos y derechas de los trabajadores y trabajadoras porque así defenderemos los derechos y las derechas de nuestros hijos e hijas…”, acabando el discurso con un: “Espero que no vaya a trabajar”, entrega de un pasquín rubricado con un flash deslumbrante que en un principio no he entendido. Luego en la cafetería donde habitualmente desayuno (no cerrada por cierto) me han dicho que van a luchar en las redes sociales colgando “libremente” fotos de esquiroles en el trabajo… (Espero dar un buen perfil, era mi izquierdo).
Llego a mi empresa (no es mía, trabajo allí y solo me identifico con ella) y tengo que meter mi coche dentro para que no se vea ninguno en la calle y así evitar tentaciones.
Salgo hacia Bilbao porque había quedado con un par de clientes para cerrar buenos contratos y tenía que hacerse antes de que acabara el mes. Cuando salgo de uno de ellos, veo mi coche rodeado por “informadores e informadoras”. No me refiero al discurso ya que sería repetir lo más arriba escrito, pero si que añado algo. En este caso en lugar de un pasquín lo que me han dado, bueno a mi no sino al coche de mi empresa, es un par de soberanas patadas seguidas de un golpe en la puerta con una ikurriña. Bonita manera de mancharla.
Vuelta a Vitoria, tarde encerrado en la oficina y a casa como un buen esquirol o esquirola (Aitor soy de ciencias, corrígeme si no se dice así).
Ah! Se me olvidaba, uno de los contratos firmados dará de comer a mis hijos e hijas y a los de otros compañeros y compañeras durante un tiempo, tiempa.
AMÉN!
Pues como la vida misma. A seguir en la lucha del día a día compañero.
EliminarHola, Aitor y Javier, y al resto que lea esto. Aunque voy de anónima, en realidad puedo contaros que soy una pequeña empresaria (pequeña porque mi empresa es pequeña, no porque lo sea yo ¿eh?), que tengo más de cincuenta años y también el culete pelado de luchas y reivindicaciones varias desde mi más tierna adolescencia.
ResponderEliminarEmpecé trabajando por cuenta ajena y con el tiempo me puse por mi cuenta. Tengo cuatro nóminas que debo abonar cada mes, y, con suerte, también suelo cobrar yo (no siempre).
Desde mi experiencia personal (que no tiene más valor que ése), Aitor, aunque me ha gustado una 'jartá' todo lo que dices, me temo que voy a disentir un poquito. Desengáñate, el empresariado (toma nota, Javier, de cómo no hace falta usar el masculino y el femenino constantemente, el choteo en relación al lenguaje inclusivo chirría en tu discurso y le resta credibilidad) sí que busca ganar dinero. Estaríamos majaras si no buscáramos eso. ¿Por qué iba a hacer todo lo que hago si no me pagaran por ello?
Suena muy bien todo eso de la realización personal y tal. Pero, sinceramente, no creo que esa realización tenga que provenir necesariamente del desempeño de un trabajo. Sobrevaloramos al trabajo. Sí, créeme. Es como si las personas viniéramos al mundo con el objetivo de trabajar. Y yo no creo que sea así. No me parece un fin, sino un medio. Mi trabajo sólo es eso que me permite ganar dinero para poder hacer lo que realmente me realiza como persona: estar con mi familia, viajar, escribir, leer, hacer deporte...
Siento una cierta tristeza por la gente que lo más importante que tiene en su vida es su trabajo. Sí, es triste.
Es cierto que tengo que dedicarme mucho a mi trabajo y que tengo que ser muy competente y eficaz si quiero seguir ganando dinero para mí y mis cuatro nóminas. Pero eso es porque yo he escogido el camino de la excelencia para ser competitiva. Igual me va peor que a otras personas que han escogido otra vía para ganarse el sueldo (como la de que le "libere" un sindicato), pero es que yo soy así. Prefiero construir.
Yo sí que me he leído la reforma (enterita, varias veces, no es que sea una tía rara, es que es mi trabajo), y, la verdad, tiene sus cosas buenas y no tan buenas. Pero, en cualquier caso, no la encuentro como motivo de huelga, ni de coña. Bueno, igual es porque las huelgas me parecen inútiles en general. Y algunas, como ésta, especialmente perjudiciales justo para lo que supuestamente reivindican.
Si a estas alturas de la historia las reivindicaciones seguimos haciéndolas como en los inicios de la industrialización, eso es porque tenemos la creatividad bajo mínimos.
Ayer alucinaba con las calles llenas de pasquines por los suelos y petatinas en las paredes y escaparates. A ver, que nos manifestamos como cuando era una cría y se hacía gala de un desprecio por el entorno sólo comparable con el que demuestran los piquetes (informativos, dicen) de sindicalistas en relación al trabajo de quienes tienen que limpiar suelos y paredes. Imaginación al poder, vamos.
Creedme ambos (y todas las personas que lean esta entrada), pero si vierais como yo tengo oportunidad de ver todos los días en mi trabajo, el nivel bajo tierra de esa juventud nuestra con rutilantes formaciones universitarias, también entenderíais por qué nos va como nos va.
Cierto, pero en mingún momento diga que ganar dinero sea malo. Precisamente me río de semejante argumento cuando todos estamos en lo mismo: poder comer, así de claro. Ahora bien, personalmente no estoy en esto por dinero. Hay algo más, qué le vamos a hacer. Para una vida que tenemos..., yo también disfruto trabajando. Será suerte? Yo creo que no
EliminarSi es que estamos de acuerdo: ganar dinero no es la única motivación, pero sí la condición necesaria.
EliminarEstupendo que disfrutes trabajando. Te felicito. Aunque espero que disfrutes más con otras cosas, como me pasa a mí. Eso sí que es una suerte. ... O no...
Seguiré por aquí, con tu permiso, porque me encantan los lugares donde se deja ver la inteligencia. Un saludo. ;-)